El modelo pedagógico que se propone para la carrera de la Licenciatura en
Fonoaudiología, en sus distintos espacios curriculares, se sustenta en una
propuesta formativa integral, que incluya el desarrollo de habilidades,
capacidades, destrezas y competencias que le permitan al egresado afrontar la
complejidad de la práctica de la profesión con una actitud activa, social y
éticamente responsable.
En el contexto actual, los problemas sociales y de salud, se presentan
generalmente de manera compleja, y es en ésta complejidad, donde el egresado
debe aplicar los conocimientos adquiridos. Frente a esto, surge la necesidad de
incluir la mirada sobre la epistemología de la complejidad, que permita pensar
el proceso de promoción-salud-enfermedad y atención desde una perspectiva
paradigmática. La identificación de estos “nuevos y complejos problemas” y la
búsqueda de “nuevas y múltiples soluciones”, se constituyen en una
responsabilidad intransferible de las instituciones de educación en salud.
El método de enseñanza pensado para esta carrera, se basa en una fecunda
interrelación entre la teoría y la práctica. Y a esta relación la proponemos ad-intra
de cada asignatura, pero fundamentalmente
en la articulación de las materias de cada nivel, a través del
planteamiento de problemas diseñados y pensados para los logros que se quieren
alcanzar.
La cátedra responsable de coordinar con las otras asignaturas de su mismo
nivel el diseño de los problemas que se vayan planteando, serán los Módulos de Integración
Disciplinar (MID) en los dos primeros años, y las Prácticas Profesionales Supervisadas (PPS) en los tres últimos años de
la carrera. De esta manera, las mencionadas asignaturas se constituirán en la
espina dorsal de la carrera, adonde confluyan los aprendizajes de todas las
asignaturas para la aplicación de la teoría en la práctica, la que se reflejará
en la resolución de dichos problemas. Por
esta razón, es que afirmamos que nuestra propuesta se fundamenta en un aprendizaje basado en la propia práctica, con
la convicción de que el conocimiento no debe aprenderse pasivamente, sino que
debe ser aprehendido en los distintos campos de formación, con un claro sentido de su significado y coherencia.
El planteo de una enseñanza basada en problemas desde cada una de las
asignaturas que conforman el plan de estudios, y desde una articulación
horizontal y vertical entre dichas asignaturas, permitirá al alumno la
adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades y actitudes de
interacción para entender y resolver los problemas que se vayan proponiendo,
aplicando los contenidos propios de cada área curricular.
Este procedimiento no sólo ayuda a los alumnos a ser protagonistas de sus
propios aprendizajes, sino que también
favorece la comprensión de trabajo en equipo, y el desarrollo de
habilidades de análisis y de síntesis de conocimientos.
Esta estrategia exigirá un trabajo con los titulares de los talleres, pero
también con el colectivo docente, para que en el planteamiento de los problemas
en cada nivel tenga una articulación vinculada tanto horizontal como
verticalmente, logrando así que la adquisición de los conocimientos y de las
habilidades vaya creciendo en complejidad con coherencia interna.
Se intenta con esta estrategia involucrar a los alumnos en su propia
formación de tal manera que puedan, en forma activa y participativa, aprender y
entender la teoría en la práctica concreta de los problemas que se diseñen para
tal fin, buscando que se interrelacionen los contenidos de cada área curricular
para la resolución de los mismos. A su vez, se tiende a prepararlos para el
trabajo en equipo, con una actitud ética frente a los problemas planteados, que
deberán acercarse a la realidad social en la que en un futuro deberán
desempeñarse.
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